Estudiar una oposición es un reto que requiere constancia, disciplina y una gran dosis de motivación. Si a eso le añadimos la necesidad de compaginarlo con un empleo, el desafío se multiplica. Sin embargo, miles de opositores lo consiguen cada año. ¿Cómo lo hacen? En este artículo te ofrecemos una guía completa con estrategias, recursos y consejos prácticos para que tú también puedas preparar tus oposiciones sin dejar de trabajar.
¿Por qué merece la pena opositar mientras se trabaja?
Muchas personas que quieren opositar se encuentran en una etapa de su vida en la que no pueden prescindir de sus ingresos. Algunos tienen cargas familiares, otros están pagando una hipoteca o, simplemente, necesitan mantener su independencia económica. Opositar mientras se trabaja no es solo una necesidad, sino también una oportunidad para demostrarte a ti mismo de qué eres capaz.
Además, el hecho de estar trabajando no tiene por qué ser un obstáculo, sino una motivación adicional. El cansancio se compensa con la seguridad de que estás invirtiendo en un futuro mejor: un empleo estable, con horario fijo, salario competitivo y posibilidades de promoción interna.
Paso 1: Elegir bien la oposición
Antes de empezar a estudiar, es fundamental elegir una oposición que se adapte a tu perfil y disponibilidad. No todas las oposiciones requieren la misma preparación ni el mismo nivel de compromiso.
Factores que debes considerar:
- Nivel de estudios exigido: Si tienes la ESO puedes optar a oposiciones como Auxiliar Administrativo, Celador o Correos. Con Bachillerato, se amplían las opciones.
- Dificultad del temario: Algunas oposiciones tienen temarios más técnicos, otras más teóricos. Lo ideal es decantarse por aquello en lo que te sientas más cómodo o tengas mejores capacidades.
- Frecuencia de convocatorias: Es importante saber si se convocan plazas regularmente.
- Baremo de méritos: Algunas valoran cursos complementarios, experiencia previa u otros méritos.
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Paso 2: Planificación del estudio
Una buena organización es la base del éxito. Sin un plan, es fácil caer en la frustración o el abandono. Aquí te mostramos cómo estructurar tu tiempo de forma eficiente.
Crea un horario realista
No se trata de estudiar 6 horas al día, sino de establecer un horario que puedas cumplir de forma constante. Si trabajas en turno de mañana, reserva una o dos horas por la tarde para estudiar. Si trabajas por la tarde, aprovecha la mañana.
Consejo: los fines de semana son clave. Aprovecha para avanzar en los temas más complejos o repasar lo aprendido durante la semana.
Establece metas semanales
Divide el temario en bloques y marca objetivos concretos: “Esta semana estudiaré el Tema 3 y haré 2 test”. Llevar un control de tus avances te dará sensación de progreso y te motivará.
Aprovecha los micro-momentos
El trayecto al trabajo, la hora de la comida o incluso los minutos antes de dormir pueden ser valiosos.
Paso 3: Técnicas de estudio adaptadas a tu ritmo
Como opositor trabajador, debes ser más eficiente que quien estudia a jornada completa. Por eso, es fundamental aplicar técnicas de estudio que optimicen tu tiempo.
Estudio activo
No te limites a leer. Haz esquemas, resúmenes, explica los temas en voz alta como si fueses el profesor. Cuanto más activo sea tu estudio, más fácil será retener los contenidos.
Revisión espaciada
Repasa los temas en intervalos crecientes: al día siguiente, a los 3 días, a la semana, al mes. Esto ayuda a consolidar la memoria a largo plazo.
Test y simulacros
Haz test con regularidad. Te ayudarán a identificar tus puntos débiles y a familiarizarte con el formato del examen. Los simulacros son también un excelente ejercicio de resistencia mental. En Fundación MEDAC encontrarás recursos y test sobre diferentes temarios para oposiciones que te ayudarán a reforzar lo aprendido y comprobar tus avances.
Mapas mentales y técnicas mnemotécnicas
Visualizar los contenidos de forma gráfica o a través de reglas mnemotécnicas te ayudará a recordar los conceptos más fácilmente.
Paso 4: Recursos de apoyo
Contar con buenos materiales y orientación profesional es vital. En Fundación MEDAC te ofrecemos:
- Temarios actualizados, organizados por temas y con ejemplos reales de preguntas de examen.
- Cursos homologados baremables, que te permiten mejorar tu puntuación en el baremo de méritos.
- Acompañamiento por parte de tutores expertos, que te ayudarán a resolver dudas, organizar tu estudio y mantenerte motivado.
Paso 5: Cuida tu salud física y mental
Opositar mientras trabajas puede ser agotador, por eso es esencial mantener el equilibrio:
- Descanso: Dormir al menos 7 horas diarias mejora la concentración y el rendimiento.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada aporta la energía que necesitas.
- Ejercicio físico: Practicar deporte reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
- Tiempo de desconexión: Dedica tiempo al ocio, la familia y a ti mismo.
No olvides que cuidar tu bienestar no es un lujo, sino una necesidad para rendir bien tanto en el trabajo como en el estudio.
Paso 6: Mantén la motivación
El camino del opositor puede ser largo, pero no estás solo. Mantener la motivación es uno de los factores más determinantes para el éxito.
- Visualiza tu meta: imagina cómo será tu vida cuando consigas la plaza.
- Celebra los logros: cada tema superado, cada test aprobado es un paso más.
- Rodearte de apoyo: compartir tu experiencia con otros opositores ayuda a mantener el ánimo.
Leer artículos sobre temas relacionados con estudiar oposiciones, puede ayudarte seguir motivándote. En el blog de Fundación MEDAC encontrarás artículos de interés que pueden serte de mucha utilidad.
En conclusión, preparar unas oposiciones mientras se trabaja es un desafío exigente, pero absolutamente alcanzable. Con un buen plan de estudio, los recursos adecuados y una mentalidad enfocada en el objetivo, puedes conseguir esa plaza que cambiará tu vida.
Desde Fundación MEDAC te ofrecemos todas las herramientas para que no tengas que renunciar ni a tu empleo ni a tu sueño de conseguir una plaza fija. Empieza con un primer paso: creer que puedes conseguirlo.